Madre, te escribo mi cartapoema y lo titulo así, porque sangra en mis venas la ilusión de vivir y en mis ojos de ángel, la verdad se hospeda herida de angustia por tu largo sufrir.
Madrecita mía, déjame que llore y no llores tú, que soy flor marchita, arrancada al vientre bohemio de tu juventud.
Madrecita mía, déjame que llore y no llores tú, que soy flor marchita, arrancada al vientre bohemio de tu juventud.
Madre, disculpa la tardanza en mi saludo, no se debe a que hice muchos borradores, sino que estaba parchando muchos corazones tan rotos como el mío.
Madre, acoso yo fui el culpable, de ese amor tan miserable, prometido ser eterno por los labios mentirosos de mi padre.